Fecha: 18/02/2019

El consumidor moderno es cada vez más exigente e informado y por eso, el mayor acceso a la información se refleja en su relación con los alimentos que consume. Actualmente, gran parte de la población ya posee una noción general acerca de cómo la alimentación puede afectar la salud, tanto de forma positiva como negativa.

Los productos con listas extensas de ingredientes, nombres científicos impronunciables y procesamientos muy agresivos despiertan la desconfianza de una parte de los consumidores, que asocian estos factores a un distanciamiento de lo que conocían por alimento natural y fresco.

Esta tendencia ha llevado al surgimiento del Clean Label, un movimiento que busca el retorno a las orígenes cuando el asunto es comida. Los productos más naturales y con composiciones simples son la punta del iceberg de un concepto amplio y que puede abarcar diversas definiciones.

El hecho es que el clean label es ya una realidad y está muy cerca de convertirse en un estándar. Así, es necesario entender cómo este nuevo movimiento del mercado alimenticio puede cambiar la dinámica de la cadena productiva.

En este post vamos a conocer los fundamentos del clean label, lo que todavía no está bien definido y puede causar alguna confusión, y cómo este nuevo concepto afecta a los sectores de I + D de la industria alimentaria.

¿Al final, lo que es un producto Clean Label?


El Clean Label surgió por una demanda del público por la devolución de lo que se considera comida de verdad. De acuerdo con estos consumidores, en la lista de ingredientes, se debe constar únicamente aquello considerado necesario y nada de aditivos sintéticos y artificiales.

Clean label es un término utilizado para referirse a la tendencia nutricional que busca resaltar los alimentos saludables que no tienen aditivos sintéticos y artificiales en su formulación.

En la práctica, el proyecto clean label funciona de la siguiente manera: los mercados presentan la lista de aditivos e ingredientes que no pueden estar presentes en los productos a ser comercializados en ellos mismos. Aldi, Whole Foods y Kroger son algunos de los mercados estadounidenses que tomaron este tipo de medidas.

Están en la lista de ingredientes no aceptados los antioxidantes sintéticos, diversos edulcorantes, glutamato monosódico, conservantes variados, colorantes artificiales, entre otros. Por medio de esta descripción, fue posible notar que el clean label carga altas dosis de subjetividad. Es decir, los ingredientes son “prohibidos” de acuerdo con lo que el consumidor percibe como no natural, innecesario y / o maléfico a la salud.

Así, aditivos que poseen nombres difíciles de ser pronunciados y los que el consumidor no entiende su función en el producto, pueden ser percibidos de forma negativa sin necesariamente causar algún tipo de daño al organismo.

Como un ejemplo, la goma carragenina, un espesante / estabilizante ampliamente utilizado en las más diversas formulaciones, aparece en algunas listas de ingredientes no aceptables. Sin embargo, la carragenina ya ha sido científicamente comprobada como segura al organismo humano.

Para evitar este tipo de confusión, es necesario que las empresas elaboren formas de aclarar la función de cada ingrediente enumerado. La transparencia puede ser un arma poderosa a la hora de cambiar conceptos preestablecidos que no necesariamente corresponden a la verdad.

Esta transparencia, incluso, es una parte fundamental del concepto clean label. Se recomienda, incluso, que los nombres científicos de los componentes presentados en las etiquetas sean cambiados por los nombres comunes, como, por ejemplo, utilizar “vitamina E” en lugar de “tocoferol” o “tocotrienol”.

Las directrices del Clean Label y la forma en que dictan la formulación de alimentos

Algunas directrices deben ser seguidas para que un producto pueda ser clasificado como clean label. Son ellas:

  • Producto 100% natural: todos los ingredientes deben ser de origen natural, lo que significa que los aditivos sintéticos deben quedarse fuera de la formulación. Además, los O.G.M también no pueden estar presentes.
  • Lista de ingredientes cortas y simples: formulaciones que tienen una lista extensa de ingredientes despiertan la desconfianza de los consumidores. Además, los pocos ingredientes presentes necesitan tener nombres comunes, fácilmente identificables por el público en general.
  • Mínimamente procesados: productos que han sufrido pocas transformaciones son notados por los consumidores como más cerca de lo que se considera natural.

El concepto de clean label, sin embargo, es extremadamente amplio. 8 de cada 10 consumidores no saben el significado del término, aunque lo perciben como algo positivo. De ese modo, las directrices presentadas no siempre se aplican a todos los casos.

Cada tipo de consumidor puede tener su definición particular del clean label, que puede variar acorde a sus necesidades específicas.

Por ejemplo, los celíacos por lo general aceptan listas más extensas de ingredientes, siempre que eso signifique la completa eliminación de gluten de la fórmula, manteniendo un sabor aceptable. Los diabéticos que no quieren renunciar al gusto dulce, aceptan sin dudar la presencia de edulcorantes en sus productos.

Como el Clean Label afecta al sector de I + D

Las exigencias del clean label representan un desafío importante para los formuladores de I + D. Es necesario poner en práctica mucha creatividad, experimentos y búsqueda de nuevas soluciones para adaptarse a esta nueva era que está surgiendo.

Algunos de los ingredientes que no se pueden utilizar ejercen funciones esenciales para el producto, lo que hace difícil encontrar un sustituto a la altura. Además, hay también la presión en mantener las mismas características sensoriales, ya que el consumidor no quiere renunciar al sabor con el que está acostumbrado.

Sin embargo, algunas soluciones viables ya existen y están disponibles del mercado. Este es el caso de algunos extractos naturales de pollo y porcinos , que pueden ser utilizados como una alternativa al glutamato monosódico.  Ellos son 100% naturales y no tienen ningún tipo de aditivos en su composición, el cumplimiento de los requisitos para ser considerado clean label. Versátiles, pueden ser usados con realzadores de sabor en salsas, condimentos, galletas, entre otros.

Para reemplazar los antioxidantes sintéticos como BHA, BHT y TBHQ, se pueden utilizar extractos vegetales ricos en antioxidantes. El efecto sinérgico entre los componentes de estos extractos garantiza protección contra la oxidación de productos ricos en lípidos.

En relación a los requisitos de procesamiento mínimo, el mercado de baby food presentó como solución el tratamiento por alta presión hidrostática. De esta forma, se evita el uso de altas temperaturas, preservándose nutrientes más sensibles, eliminando el uso de conservantes y aumentando la calidad sensorial de este tipo de producto.

¿Tendencia o Realidad?

El clean label ya no es una tendencia, sino un hecho comprobado. Un análisis muestra que el 73% de los consumidores pagaría más para consumir un producto de esta categoría.

Otro dato importante aborda las transacciones financieras de los productos clean label en los EE.UU.. En 2015, fueron transitados cerca de 150 billones de dólares, siendo que la proyección para 2020 es llegar a 180 billones.

Pero incluso con el aumento de las ventas, los productos clean label todavía son considerados de nicho. Muchos substitutos a los aditivos convencionales presentan alto costo, lo resulta en elevar el precio final de los productos

La red de distribución de productos de clean label es todavía tímida y los puntos de ventas comenzaron a interesarse por este tipo de producto recientemente. Solo con pensar en la forma de obtención de productos orgánicos hace algunos años, algo que se hacía sólo en ferias especializadas o directamente con los productores, dificultando el acceso por parte del público.

Para que los retos relacionados con los costes elevados y la red de distribución se superen, es necesario un aumento en la escala de producción.

Esto puede ser posible haciendo inversiones en marketing y sobre todo en educar a los consumidores sobre los beneficios de los productos de consumo 100% clean label.

Conclusión


Aún sin una definición estricta, el concepto de clean label ha invadido el mercado y se ha convertido en una realidad. Para no quedar detrás de los competidores, los sectores de I & D de las empresas de alimentos necesitan buscar nuevas alternativas que estén dentro de los preceptos de esta nueva filosofía.

Buscar ingredientes naturales y de calidad, provenientes de proveedores confiables, es el primer paso para la formulación de alimentos que atiendan a las expectativas del consumidor moderno. Por lo que apuntan las proyecciones, este tipo de iniciativa tiene todo para convertirse en negocios lucrativos para la industria alimentaria.