Fecha: 11/11/2019

La salmonelosis es una infección intestinal causada por la bacteria Salmonella. Muy común en las granjas porcinas, esta bacteria es capaz de infectar tanto a los animales como a los humanos, de diferentes maneras.

Por representar un peligro desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, ya que su contaminación se da por la ingestión de carnes de animales contaminados, es de extrema importancia que las granjas tengan un control riguroso sobre este tipo de bacteria.

La carne de cerdo y sus derivados se clasifican como la tercera mayor fuente de infecciones causadas por Salmonella en humanos.

Para disminuir estos riesgos, la alimentación de los cerdos debe controlarse. Además, el sacrificio de los animales también debe realizarse de la forma más higiénica posible para evitar la presencia de Salmonella en la carne.

En esta entrada del blog vamos a discutir las formas de prevenir la aparición de Salmonella en la cría de cerdos y las maneras de controlar este tipo de infección.

Prevención: el camino más seguro

El control de la Salmonella en la cría de cerdos debe seguirse por toda la cadena de producción. Sin embargo, por el número de jugadores que participan en esta cadena, además de las dificultades epidemiológicas relacionados con la Salmonella, este control está lejos de ser una tarea fácil.

Aunque la mayoría de las infecciones por Salmonella en los cerdos se produce durante el sacrificio, el control necesita realizarse desde la alimentación que se administra a los animales, que también puede ser una fuente de contaminación.

Pero ya se sabe que las raciones en sí no son el principal problema. Las mismas pasan por tratamientos térmicos que eliminan este tipo de microorganismo. Sino más bien, la forma en que la comida es manipulada al llegar a la granja. Dependiendo de las prácticas utilizadas, puede haber contaminación cruzada, y la Salmonella pasa a estar presente en la alimentación de los cerdos.

Estrategias para el control de la Salmonella en la alimentación porcina

La forma en que se presenta la alimentación (granulada o no) y el tipo de molienda por la que pasó (tamaño de partícula) son factores que afectan a la microbiota intestinal de los cerdos, lo que impactará en el establecimiento y la multiplicación de la Salmonella en el tracto gastrointestinal de los animales.

Estudios han demostrado que las raciones de alimento no granulado y las raciones con partículas más ásperas promueven un efecto protector contra la Salmonella.

El estado físico de la ración también tiene una influencia sobre este tipo de infección. Las raciones en estado líquido tienen un efecto protector contra la Salmonella en comparación con las deshidratadas.

Este efecto de la ración líquida está ligado a la estimulación del crecimiento de células epiteliales, a la reducción del pH intestinal y al aumento de las bacterias lácticas en la flora microbiana. Una acidez superior es extremadamente desfavorable a la multiplicación de la Salmonella que, como la mayoría de los patógenos, tiene su crecimiento óptimo en pHs más próximos a la neutralidad.

Siguiendo esta línea, hay la posibilidad de adición de compuestos ácidos a la ración o incluso al agua administrada a los cerdos. Se pueden utilizar sustancias como ácido propiónico, ácido acético, ácido láctico, entre otros.

Otra estrategia interesante es el uso de probióticos. Estos microorganismos son bacterias anaeróbicas no patogénicas que pueblan el organismo animal promoviendo efectos benéficos.

Los probióticos son capaces de reducir las reacciones metabólicas que producen sustancias tóxicas, además de estimular la producción de enzimas endógenas y de vitaminas. Estas bacterias también reducen el pH del tracto gastrointestinal, promoviendo un ambiente no propicio para la multiplicación de la Salmonella.

Bacterias del género Streptococcus, Bifidobacterium y Lactobacillus son probióticos ampliamente utilizados en diversas áreas. El uso en la alimentación porcina es reciente y está en fase de estudios, que ya se muestran prometedores.

Higiene y bioseguridad: dos conceptos que deben andar juntos

En este punto, ya ha quedado claro que para desarrollar la infección, la Salmonella debe superar el duro ambiente del tracto gastrointestinal de los animales. En el ambiente externo, sin embargo, la situación es diferente.

La Salmonella es capaz de adaptarse perfectamente a los ambientes externos, sobreviviendo durante largos períodos fuera de su huésped.

Además, en muchos casos, los cerdos infectados por Salmonella pueden no mostrar ningún síntoma clínico, lo que resulta en un gran riesgo de infección de los animales que son saludables.

Todos estos factores hacen que la higiene del ambiente sea fundamental para garantizar la bioseguridad del mismo. Las prácticas de prevención mencionadas anteriormente de nada sirven solas, todas deben estar siempre acompañadas de un control riguroso en lo que se refiere a la higienización.

Una práctica común es la limpieza y desinfección de los ambientes entre la salida de un grupo de cerdos y la entrada de otro.

El cuidado del procedimiento de desinfección debe ser completo, ya que la Salmonella es capaz de sobrevivir durante 14 días en las superficies metálicas blandas, 1 año en suelo húmedo y hasta 2-4 años en excrementos secos. Esta alta tasa de supervivencia en el ambiente aumenta considerablemente el riesgo de transmisión.

El protocolo de limpieza debe seguir las siguientes premisas:

  • Limpieza de las instalaciones con agua presurizada para remover materia orgánica, con atención especial a las cavidades.
  • Aplicación de detergentes junto al agua presurizada para optimizar la retirada de materia orgánica.
  • Aplicación de un desinfectante después de la limpieza.

Conclusión

La industria porcina es, por desgracia, una de las prácticas donde la Salmonella está más presente. Sin embargo, hay varias estrategias para reducir los riesgos de infección, que van desde prácticas relacionadas con la alimentación de los cerdos a prácticas de higienización de los ambientes donde estos se crían.

Sea cual sea la estrategia elegida, controlar la multiplicación de la Salmonella en el ambiente de la cría de cerdos debe ser una prioridad máxima.