Fecha: 04/11/2019
Quienes forman parte del sector de la piscicultura ya están familiarizados con las tres fases que componen la crianza de peces: alevinaje, recría y engorde.
Cada una de estas etapas está compuesta por sus particularidades, siendo necesarias formas de gestión y cuidados especiales para cada una de ellas. Además, las necesidades nutricionales también deben adaptarse en función de la etapa de cultivo.
Para un control más adecuado de cada fase del ciclo de vida de los peces, se recomienda que las etapas se realicen en diferentes piscifactorías, o en entornos aislados y bien dimensionados, creando las condiciones adecuadas para el desarrollo de los animales.
En esta entrada de blog, comprenderemos las características del alevinaje, la recría y el engorde, además de discutir cómo se debe alimentar a los peces en cada una de estas fases.
También trataremos el tiempo de cría de algunas de las principales especies y lo que determina la duración de este período.
Alevinaje: una etapa crítica que requiere mucho cuidado
El alevinaje es la primera fase del desarrollo de los peces, que se produce cuando todavía son crías. Esta etapa se lleva a cabo generalmente en criaderos especializados para aumentar la eficiencia.
Al final, cuando alcanzan el tamaño y el peso ideales, se comercializan en otras piscifactorías o estructuras, donde se someterán a los siguientes pasos: – recría y terminación, respectivamente.
En la fase larval, anterior al alevinaje, los huevos eclosionan y los peces, de tamaño milimétrico, aún no necesitan alimento, ya que todavía tienen reservas de energía e nutricional en sus organismos.
Debido a su tamaño y fragilidad, permanecen en incubadoras hasta que aprenden a nadar. La fase larval varía según la especie, y dura aproximadamente una semana, para los principales peces tropicales. Después de este período, los peces entran en la fase postlarval, en la que se cuentan y se distribuyen a viveros externos o estanques de alevinaje intensivo.
El alevinaje es una etapa crítica, especialmente en lo que se refiere a la alimentación. En este momento de la vida, debido al pequeño tamaño, hay pocas opciones de organismos o alimentos que los peces puedan comer.
Por el contrario, por la misma razón, terminan siendo presa fácil para los insectos acuáticos. Las especies de peces no deseadas también pueden invadir el vivero, como serpientes de agua, aves acuáticas, entre otras amenazas.
Además, los alevines se enfrentan a la competencia alimentaria con renacuajos y otros peces pequeños.
De esta manera, los alevines deben alimentarse necesariamente de plancton, microorganismos que habitan en la columna de agua, y bentos, microorganismos que habitan en el sustrato. Excepto algunas especies como la tilapia que comen alimentos inertes (ración) desde el momento en que abren la boca.
Este tipo de alimentación se extiende hasta que los peces puedan alimentarse de otras fuentes. Este manejo es muy común para especies nativas como el tambaqui, pintado, dorado, entre otros.
Las opciones para el alevinaje
Se pueden usar algunos sistemas de alevinaje, como el semi-intensivo, el intensivo y el extensivo.
1) Alevinaje semi-intensivo
En el alevinaje semi-intensivo, el sistema más practicado, los viveros deben contar con dispositivos hidráulicos para el control total del flujo, lo que permitirá un manejo más optimizado y adecuado.
Este sistema requiere partes fundamentales como el secado total, la eliminación de lodo, la erradicación de depredadores, el encalado, la fertilización para estimular la producción de fitoplancton y la fertilización para estimular la producción de zooplancton.
La calidad del agua debe regularse mediante análisis físicos y químicos.
2) Alevinaje intensivo
El alevinaje intensivo, por otro lado, es un sistema relativamente moderno que todavía se encuentra en fase de desarrollo en varias piscifactorías. Su principal objetivo es crear un sistema cerrado que impida la entrada de depredadores.
Este sistema debe realizarse en un laboratorio y, debido a su alto nivel de control, es más costoso debido a la constante necesidad de intervención humana.
La ventaja, sin embargo, es el logro de una alta tasa de supervivencia y, en consecuencia, una gran producción de alevines.
3) Alevinaje extensivo
Otro sistema en desarrollo es el extensivo. En este caso, los viveros familiares o comunitarios reciben las postlarvas (una fase anterior a los alevines). Aquí, el objetivo es controlar la población de depredadores antes y durante el proceso.
Dependiendo de las características de cada unidad, existe una dificultad para erradicar a los depredadores, ya que no hay forma de controlar el flujo.
Recría: las formas de hacer la transición de alevines a juveniles
Cuando alcanzan el tamaño ideal para su comercialización en otras piscifactorías, las crías o alevines pasan por la segunda fase de cría, la recría. Al final de esta fase se convertirán en juveniles.
Este proceso puede ocurrir de manera independiente, es decir, en piscifactorías especializadas en recriar alevines hasta que alcancen la fase juvenil, siendo posteriormente vendidos a otras piscifactorías que procederán a su engorde/terminación, o bien conjuntamente con esta tercera fase.
Por lo tanto, cuando la recría se realiza de forma independiente, los alevines se adquieren directamente de criaderos especializados en alevinaje. Y después se transfieren al criadero de recría, donde permanecerán hasta que alcancen la fase juvenil. Luego son transferidos nuevamente, esta vez, a los criaderos especializados en la terminación de los peces.
Terminación: la última fase antes de la comercialización
En esta etapa, el pescado alcanzará la edad adulta para luego ser dirigido al mercado de consumo.
En algunas granjas de peces, el tamaño ideal para comenzar la fase de engorde es de 5 cm, pero puede variar mucho según las características de las especies y la estacionalidad. Se cree que este tamaño les garantiza una mejor eficiencia para ingerir partículas más grandes, farináceos, pequeños insectos, entre otros. Además, también están mejor preparados para escapar de los depredadores.
El terminación es una fase en la cual el objetivo es aumentar el tamaño del pez hasta que el peso comercial que varía según la especie puede exceder los 5 kg.
Por lo tanto, esta etapa se caracteriza por la necesidad de grandes cantidades de alimentos.
Es decir, existe una mayor necesidad de adaptar el tratamiento a través del suministro diario de alimentos y el monitoreo regular de la producción.
Las necesidades nutricionales de los peces
Algunos nutrientes deben estar presentes en la alimentación de los peces para que éstos se desarrollen de manera saludable y crezcan bien en todas las etapas de la cría. Especialmente con respecto a la fase de engorde, aquella en la que la dieta está más reforzada.
El contenido de proteínas dependerá de cada especie y etapa del ciclo de vida. Hay que tener en cuenta que, independientemente de la fuente de proteína elegida, los 10 aminoácidos esenciales deben estar presentes.
Éstos son:
- metionina;
- arginina;
- treonina;
- triptófano;
- histidina;
- isoleucina;
- lisina;
- leucina;
- valina;
- y fenilalanina.
Sin embargo, la elección de la fuente de proteínas que formará parte de la dieta de los peces puede presentar sus desafíos. Cuando se usan fuentes de proteínas vegetales, como la harina de soja, por ejemplo, generalmente es necesario complementar la dieta con metionina, ya que estas fuentes son bajas en este aminoácido.
Las fuentes animales son más preferibles debido a su composición completa de aminoácidos. Además, fuentes como la proteína hidrolizada de pollo se producen a través de la hidrólisis enzimática, se absorben fácilmente y garantizan péptidos bioactivos que promoverán beneficios extra-nutricionales para el organismo de los peces, como aumentar la palatabilidad atractiva, la acción antioxidante, el inmunoestimulante, entre otros.
Debido a que están relacionadas con el crecimiento, generalmente se necesita un mayor contenido de proteínas en las primeras etapas de la vida de los peces.
Los lípidos, además de ser una fuente de energía y portadores de vitaminas liposolubles, también contienen ácidos grasos esenciales para el desarrollo de los peces, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos nutrientes, las grasas, generalmente están presentes en proporciones que van del 5 al 30%.
Los carbohidratos son también una fuente de energía. Sin embargo, a diferencia de los mamíferos, la mayoría de las especies no las utilizan de manera eficiente, especialmente los carnívoros, el organismo de los peces, y su exceso se almacena en forma de glucógeno o grasa.
En las raciones carnívoras, lo ideal es que estén presentes en un contenido máximo del 20% para que los animales optimicen su uso. Las especies omnívoras toleran niveles más altos de carbohidratos.
Las vitaminas, hidrosolubles y liposolubles, ayudan a mejorar el sistema inmunológico de los peces y algunas de ellas actúan como antioxidantes.
Los minerales, por otro lado, tienen la función de regular el equilibrio osmótico y también ayudan en la formación e integridad de los huesos.
Tiempo de producción: las particularidades de cada especie
Las etapas de la piscicultura son comunes a todas las especies. Sin embargo, cada una de ellas presentará particularidades a lo largo de todo el proceso, que deben ser conocidas por los piscicultores.
La tilapia, por ejemplo, es un pez de agua dulce considerado uno de los mejores para la cría. Esta popularidad se debe, entre otros factores, a su rápida crianza, que suele variar de 4 a 11 meses, dependiendo de la ubicación, clima, temperatura, calidad del agua y de las demandas del mercado.
La carpa, por otro lado, además de requerir un manejo más delicado, tiene un tiempo de crianza promedio más alto, de alrededor de 1 año.
El bagre también tiene un tiempo de cría de aproximadamente 1 año. Su pico reproductivo ocurre dentro de los 3 años. La mayoría del bagre tiene un comportamiento depredador porque tiene hábitos alimentarios carnívoros. Además, tiene un apetito voraz que dificulta que esta especie rechace cualquier tipo de alimento que se le ofrezca.
Conclusión
Las etapas de la piscicultura están bien definidas y cada una de ellas tiene sus características que deben ser respetadas para lograr un desarrollo saludable y un crecimiento óptimo.
Para lograr este objetivo, se debe considerar el tiempo de producción, además de tener especial cuidado con la dieta de los animales, para que todos los nutrientes necesarios formen parte de su dieta.