Fecha: 10/02/2020

Cuando se trata de elegir la dieta de sus mascotas, la mayoría de los dueños tienen un objetivo en mente: las proteínas.

Y no podría ser de otra manera. El consumo equilibrado de proteínas es una parte esencial del mantenimiento de la salud y la calidad de vida de los animales.

Presente en todos los organismos vivos, es posible enumerar una enorme variedad de funciones donde actúa este nutriente. Es una parte fundamental de la formación de tejidos, además de participar en la regulación del metabolismo por medio de hormonas y enzimas que realizan funciones específicas en el organismo.

Además, también participa en la expresión génica, el transporte de nutrientes y el mecanismo de defensa. Con tal fundamental importancia, ya es posible imaginar que elegir la fuente de proteínas que formará parte del alimento para mascotas no es una tarea fácil.

Pero para tener el conocimiento necesario para hacer una elección segura de la fuente de proteínas, es necesario primero entender los requisitos que una proteína debe reunir para ser considerada adecuada para la alimentación de mascotas.

Parámetros de calidad de las proteínas: los cinco factores clave

La cantidad ideal de proteínas varía según la especie y la edad del animal. Por ejemplo, de acuerdo con el American Feed Control Official, los alimentos para perros adultos deben contener al menos un 18% de proteína en base seca para el mantenimiento del cuerpo y al menos un 22.5% para un crecimiento y reproducción mínimos en todas las etapas de la vida

Independientemente de las particularidades que rodean las necesidades nutricionales de cada especie, los parámetros que definen la calidad de una proteína son los mismos para todas ellas.

El primero de ellos es la composición de aminoácidos. Debe haber un equilibrio que tenga en cuenta la proporción ideal de aminoácidos esenciales. Para el caso de perros y gatos, por ejemplo, éstos consisten en arginina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina.

Todos ellos deben adquirirse a través de la dieta, ya que no son sintetizados por el organismo de estas especies. Sin embargo, no es suficiente que estén presentes, los aminoácidos también deben estar disponibles para ser absorbidos adecuadamente y utilizados para las funciones básicas.

También es necesario que la proteína tenga un alto coeficiente de digestibilidad aparente, definido como la diferencia entre la cantidad de proteína ofrecida en la dieta y la cantidad excretada en las heces. Básicamente, lo que el organismo del animal realmente usará de la proteína que ha sido ingerida.

La presencia de factores anti nutricionales también es un parámetro a evaluar, especialmente cuando la fuente de proteína es de origen vegetal. Estas sustancias, cuando están presentes, reducen el valor nutricional del ingrediente, ya que dificultan la absorción de nutrientes.

Por último, la fuente de proteína debe presentar una buena palatabilidad, que puede medirse por la cantidad de alimento ingerido por el animal. Los alimentos deben ser atractivos para que las mascotas tengan el estímulo inicial para ingerirlos.

Pero, ¿qué tipo de ingredientes se pueden utilizar como fuente de proteínas?

Una fuente muy común debido a su alta calidad es la proteína animal. Generalmente proviene de los subproductos del sacrificio de aves de corral, pescado, corderos y bovinos. Del volumen total de aves de corral sacrificadas, el 25% se destina a la producción de alimentos para mascotas.

Se pueden obtener varios ingredientes de este tipo de fuente, como la proteína hidrolizada de pollo, por ejemplo. Contiene todos los aminoácidos esenciales para perros y gatos, en proporciones equilibradas y altamente disponibles.

La digestibilidad aumenta debido a la hidrólisis enzimática que aún genera péptidos bioactivos, responsables de ayudar en el mantenimiento de otros aspectos de la salud animal debido a su acción antioxidante.

Al ser un producto animal, la PHP también presenta una alta palatabilidad. Otro punto a favor es la ausencia de factores anti nutricionales.

Más allá del perfil de los aminoácidos, las proteínas de origen animal también tienen la ventaja de ser fuentes de grasas y minerales, especialmente calcio y fósforo. Las fuentes de origen vegetal también pueden utilizarse para la producción de alimentos para mascotas. Entre ellas, una de las más comunes es la soja, utilizada en forma de salvado.

La soja, sin embargo, tiene algunos factores anti nutricionales como la lecitina, el fitato y los inhibidores de la tripsina. Por lo tanto, para su uso en alimentos para mascotas, este tipo de ingrediente debe someterse primero a un tratamiento térmico para inactivar tales sustancias.

Otra desventaja de la soja es el aumento de la incidencia de flatulencia y cambios en las heces de los animales debido a la presencia de oligosacáridos.

También existe la posibilidad de la suplementación con aminoácidos sintéticos en caso de elegir una fuente que no contenga el equilibrio ideal.

Este tipo de estrategia, sin embargo, no es unánime, ya que algunos estudios apuntan a una menor biodisponibilidad cuando los aminoácidos están en forma libre, por lo que es preferible que se consuman en sus formas naturales (en la estructura de las proteínas) para un mejor aprovechamiento por parte del organismo.

Conclusión

Hay muchas variables involucradas en la elección de la fuente de proteína que formará parte de la nutrición de las mascotas. Es necesario tener en cuenta las particularidades de cada especie y cada rango de edad para entender las necesidades relacionadas con los aminoácidos y otros aspectos que determinan la calidad de una proteína.

La elección correcta conduce al desarrollo de productos muy ricos desde el punto de vista nutricional, capaces de ayudar en el crecimiento y mantenimiento de la salud de los animales de una manera que no sería posible sin una alimentación correcta.