Fecha: 13/05/2019

Nada de restos de comida.

Los consumidores modernos buscan por mejores alimento para sus mascotas, con buena palatabilidad, presencia de nutrientes esenciales, ingredientes de calidad y materias primas frescas. Esta tendencia refleja en un aumento considerable de las ventas de pet food . Actualmente, Brasil es el tercer mayor mercado mundial de productos y servicios para mascotas.

Con un potencial tan grande a ser explorado, los formuladores y I + D’s del segmento necesitan atentar al desarrollo de productos que están alineados a las expectativas de los dueños de las mascotas.

Este tipo de formulación necesita englobar nutrientes esenciales para la salud de los animales, para que tengan un desarrollo saludable del organismo y de sus funciones cognitivas. Entre los nutrientes que no pueden quedarse afuera en un alimento para mascotas, son los aceites y grasas.

La importancia de los aceites y grasas está relacionada con su composición de ácidos grasos. Estos forman parte de las membranas celulares y son hormonas, además, desempeñan un papel clave para varias funciones vitales.

Debido al tipo de ácido graso constituyente, los aceites y grasas de origen animal son altamente adecuados para componer los piensos pet.

En este post, vamos a discutir la importancia de estos componentes para la salud de las mascotas, vamos a analizar por qué los aceites y grasas de origen animal deben ser parte de las formulaciones y presentaremos soluciones para el desarrollo de un pet food de éxito

El papel de los aceites y grasas en los alimentos pet 

Los aceites y las grasas se componen mayoritariamente por triglicéridos. Estas sustancias están constituidas por una molécula de glicerol con enlace a tres ácidos grasos.

Los ácidos grasos son los componentes más importantes en aceites y grasas, ya que determinan las características de los mismos y tendrán influencia directa de la salud.

Las propiedades físicas que definen un aceite o una grasa también se dictan por el tipo de ácido graso constituyente. Esto porque la presencia de dobles enlaces en las cadenas de los ácidos grasos hace que los mismos sean líquidos a la temperatura ambiente. Por lo tanto, los aceites se componen en gran parte de los ácidos grasos insaturados.

Las grasas están principalmente constituidas por ácidos grasos saturados, lo que les confiere una mayor estabilidad, resistencia a la oxidación y propiedades estructurantes. 

Un balance entre ácidos grasos saturados e insaturados es esencial para la dieta de los animales.

Estos componentes, además de ser una fuente de energía, también son cargadores de vitaminas liposolubles (A, D, E, K), forman parte de la estructura de las membranas celulares, contribuyen a la formación de hormonas y ayudan a mantener el pelo y la piel de los animales sanas y con brillo.

Por no mencionar que la presencia de aceites y grasa en los piensos pet ayuda a mejorar considerablemente la palatabilidad del alimento. En perros, para que las funciones ejercidas por los ácidos grasos no sean perjudicadas, los animales necesitan consumir diariamente de 10 a 15% de grasa en la dieta.

Ácidos grasos esenciales 

Los aceites y grasas también son fuentes de ácidos grasos esenciales, aquellos que son necesarios para funciones específicas del organismo, pero no son producidos por el cuerpo.

De esta forma, la única manera de obtener estos nutrientes es a través de la dieta.

Los ácidos grasos esenciales para los animales son:

• El ácido linolénico (Omega 6): presente en el aceite de soja, girasol, maíz y grasa de pollo, su ausencia en la alimentación se relaciona con problemas en la piel y en el pelo del animal, así como la reducción de la destreza de los perros.
• Ácido A-linolénico (Omega 3): convertidos en EPA y DHA, ácidos grasos esenciales en el desarrollo del cerebro y la salud ocular.Se encuentra en los aceites de linaza, en la nuez y en la semilla de chia.
• El ácido araquidónico: forma parte de la composición de ácidos grasos de las membranas celulares del tejido nervioso.Esta presente en carne de vacuno, pollo y huevos.
• EPA: encontrado principalmente en peces marinos y de agua fría, su ausencia es relacionada con la depresión en mamíferos. Además, posee propiedades anti-inflamatorias.
• DHA: también presente en los peces marinos y de agua fría. Es esencial para el desarrollo cognitivo de los animales y para la salud de los ojos.

Todos los ácidos grasos esenciales tienen una característica común: son poliinsaturados, es decir, presentan varios enlaces dobles en sus moléculas.

Las fuentes de estos ácidos grasos son altamente susceptibles a la oxidación, causando rancidez y la reducción de la calidad del producto. Al trabajar con este tipo de materia prima es necesario para evitar la exposición a los factores prooxidantes tales como la luz, el oxígeno y el contacto con los metales.

Es importante resaltar que el consumo de aceites y grasas oxidados afecta de forma negativa a la salud de las mascotas. Tal deterioro conduce a la formación de radicales libres en los alimentos, que están relacionados al desarrollo de la enfermedad cardiovascular y el cáncer.

Grasas de origen animal en las formulaciones pet. ¿Por qué usarlas?

Las grasas de origen animal, además de presentar gran palatabilidad, también son altamente digeribles por el organismo de las mascotas.

El formulador de piensos y alimentos debe buscar en sus productos un balance entre grasas provenientes de animales rumiantes, ricas en ácidos grasos saturados, y aquellas procedentes de aves, que poseen alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados.

Esta proporción garantizará que la alimentación del animal sea rica en los más variados tipos de ácidos grasos necesarios para un buen desarrollo de las mascotas.

¿Qué grasas pueden ser utilizadas en formulaciones para mascotas?


Entre las fuentes de grasa animal, la grasa de pollo se destaca por poseer un alto contenido de Omega 6, uno de los ácidos grasos esenciales. Esa también promueve una mejora significativa en la palatabilidad, haciendo que el alimento sea más agradable para el animal.

La grasa de pollo no es un problema para perros y gatos que tienen alergia a este tipo de ave. La misma está dada por el consumo de carne y de harinas de pollo, no por la grasa, que es segura para el consumo por estos animales.

Otra opción viable es la grasa de cerdo: un estudio señaló que este tipo de grasa se encuentra entre los 10 alimentos que más contribuyen a un equilibrio saludable de las necesidades nutricionales del organismo.

Además de ser fuente de minerales y vitaminas del complejo B, la grasa de cerdo posee el 60% de su composición en ácidos grasos compuesta por el ácido oleico.

Este ácido graso monoinsaturado se relaciona con beneficios vinculados al corazón, las arterias y la piel, además de ayudar en la regulación de hormonas.

Fuente de ácido graso oleico, la grasa de harina de chicharrón es resultado de la cocción, prensado y centrifugación del chicharrón con la finalidad de separar la grasa de la fracción proteica.

En el mercado, hay opciones disponibles de grasa de pollo, de cerdo y harina de chicharrón para su uso como ingrediente en pet food.

La grasa es obtenida por el prensado de la harina después del proceso de cocción. Libre de toda impureza, proviene de materia prima fresca y 100% natural, garantizando una grasa libre de oxidación.

Conclusión 

Con un mercado en una curva ascendente, el segmento de pet food abre un abanico de posibilidades para los formuladores de I + D.

El uso de aceites y grasas animales como ingrediente para el desarrollo de alimentos para mascotas garantiza excelentes características sensoriales y proporcionan ácidos grasos esenciales para que los animales tengan un desarrollo saludable.

Sin embargo, uno debe ser consciente del tipo de grasa a elegir.Es importante conocer la su composición y calidad para garantizar las características deseables al producto final. De esa manera, es posible innovar siempre pensando en la salud y el bienestar de los animales.