Fecha: 02/12/2019

La piscicultura se ha vuelto cada vez más importante, ya que atiende a la demanda de proteína animal de alta calidad. Además, el consumo de pescados ofrece a los consumidores nutrientes muy específicos y que son fundamentales para el organismo humano, como los ácidos grasos esenciales.

Brasil tiene un gran potencial para la piscicultura, ya que cuenta con alrededor de 6,5 millones de hectáreas de tanques para la producción de alrededor de 700.000 toneladas de peces al año.

Las nuevas técnicas de cría de peces han puesto ambientes con alta densidad de animales, lo que favorece la proliferación de brotes parasitarios y de enfermedades bacterianas.

Algunas condiciones pueden llevar a un aumento de este tipo de patología en peces tropicales, como procedimientos inapropiados de manejo, falta de adopción sistemática de medidas profilácticas y agua no adecuada para la cría de la especie.

Además, la alimentación inadecuada debido a un desconocimiento sobre los nutrientes que deben ser consumidos por determinada especie también puede ocasionar la aparición de enfermedades.

Es importante conocer más a fondo las enfermedades más comunes en los peces para evitar que la rentabilidad del negocio pueda ser perjudicada.

En esta entrada del blog, vamos aprender más sobre la ictioftiriasis, la hidropesía y los agujeros en la cabeza. Hablaremos de las causas, los principales síntomas y los posibles tratamientos y prevenciones para cada una de esas enfermedades.

Ictioftiriasis

También conocida como Ich o enfermedad del punto blanco, generalmente, ocurre cuando los peces son sometidos a caídas brusca de temperatura. Es causada por el protozoo Ichthyophthyrius multifiliis.

Este parásito necesita penetrar en el tejido epitelial del pez para completar su ciclo de vida. La penetración ocurre generalmente entre las escamas, aletas, córnea, cavidad oral y tejido branquial.

A partir de ese momento, el parásito pasa por cambios estructurales que lo llevan al cambio de fase de vida, donde se alimenta de secreciones, fragmentos tejiduales y células inflamatorias del huésped. El desarrollo de este parásito se retrasa a temperaturas muy bajas (<10 ºC) y muy altas (> 28 ºC).

La principal forma de transmisión de Ichthyophthyrius multifiliis ocurre cuando un pez parasitado se convierte en la fuente de infestación para el resto del lote.Además, el agua de cultivo también es una de las fuentes de transmisión.

La presencia de puntos blancos a lo largo del cuerpo es el principal indicativo de esta enfermedad. Como el parásito posee una acción irritante, también es común observar peces exhibiendo movimientos de fricción contra las paredes, fondo o pantallas de los viveros o en tanques de red.

En las etapas más avanzadas de la enfermedad, el pez se vuelve apático y sin energía. También hay cambios de coloración en la piel, dificultad respiratoria y producción de moco.

El tratamiento de la Ictioftiriasis no debe realizarse en los sitios de cría, dado que los medicamentos administrados no alcanzan los sitios donde se encuentran los parásitos.

La mejor forma es prevenir la transmisión, aprovechándose de la fase de la vida donde el parásito posee natación libre. En ambientes con control de temperatura, es posible aumentar la misma a 30 ºC, siempre que la especie de pez creada resista a esta condición.

Algunas medidas profilácticas pueden ser tomadas para evitar brotes de mortalidad provocados por este parásito:

  • Usar filtros biológicos con macrofitas acuáticas en el agua.De esta forma, las mismas se utilizan como sustrato para el parásito, que es removido por los filtros mecánicos o UV;
  • Desinfectar instrumentos utilizados en la piscicultura y reforzar la higiene de los funcionarios que tienen contacto directo con los animales;
  • Hacer cuarentenas siempre que un nuevo lote de pez llegue a la propiedad, hasta que se certifiquen las condiciones sanitarias de los mismos;
  • Monitorear la calidad del agua.

Hidropesía

Provocada, en gran parte, por bacterias del género Aeromonas. La presencia de estas bacterias en el organismo de los peces lleva a la producción y acumulación en la cavidad abdominal de un líquido color de rosa o verdoso, rico en linfocitos.

Por lo tanto, el vientre del pez expande, lo que hace que esta enfermedad también sea conocida por el vientre hinchado del pez.

Además, estas bacterias también causan graves inflamaciones intestinales y del hígado, lesiones renales e hipertrofia de otros órganos, pudiendo llevar a los peces a la muerte en algunos días.

Uno de los principales factores que lleva al desarrollo de esta enfermedad es la ingesta de alimentos congelados que sufrieron roturas en la cadena de frío. Estas roturas conducen a la multiplicación de las bacterias del género Aeromonas, la causante de esta condición.

Este problema también puede ocurrir en alimentos secos que se almacenados en lugares de gran humedad relativa.

Otro factor es la calidad del agua. Aguas contaminadas y temperaturas altas (por arriba de los 26 ºC) también son favorables a la multiplicación de esta cepa de bacterias.

Esto ocurre principalmente si hay exceso de alimentación o una alimentación inadecuada, que no será ingerida por el pez. La presencia de esta materia orgánica en el agua es el sustrato para la multiplicación bacteriana.

De esta forma, se puede notar que alimentación está relacionada a los factores de riesgo que conducen al desarrollo de la hidropesía.

Como forma de eliminar este factor de riesgo, es necesario invertir en alimentación de alta calidad para los peces, que presenten nutrientes completos que serán fácilmente ingeridos y absorbidos por el organismo del animal, evitando la acumulación de sobras y excremento en exceso.

Una buena opción para ser utilizada en la piscicultura, son los piensos producidos a base de proteína hidrolizada de pollo. Este ingrediente es producido por hidrólisis enzimática, generando péptidos bioactivos que desempeñan funciones benéficas en el organismo de los peces.

Además, la PHP posee un alto contenido de proteínas que presentan un perfil equilibrado de aminoácidos y elevada digestibilidad, ayudando en el crecimiento y desarrollo de los peces. Por ser tan nutritiva y por presentar un bajo contenido de cenizas, los piensos con PHP disminuyen la contaminación del agua, ayudando a prevenir las enfermedades aquí debatidas.

Para tratar la hidropesía, es posible aplicar tratamientos con efecto bacterostático, como Acriflavina o Verde de Malaquita. También es posible la adición de antibióticos al alimento de los peces.

Agujeros en la cabeza

Esta enfermedad afecta principalmente a la familia de peces Ciclidae representadas por acarás, oscar, tucunarés, disco, loros y FH.

El principal aspecto de esta enfermedad es la erosión de los poros sensoriales ubicados en la cabeza y en la línea lateral de los peces, como agujeros, de ahí el nombre de la enfermedad. Estos agujeros van gradualmente aumentando de tamaño y pueden llegar hasta el hueso, causando deformidades en los peces sanados.

La mala calidad del agua, la alimentación no equilibrada y el alto nivel de nitrato son algunos de los factores que pueden conducir al desarrollo de esta enfermedad. Sin embargo, la causa principal es la presencia del parásito Hexamita intestinalis.

La infección por este protozoario es rápida y en 24h el mismo ya consigue reproducirse dentro del pez a altas tasas.

La presencia de este parásito en el pescado es aún más problemática para los animales criados en cautiverio. En la naturaleza, los huevos del protozoario son liberados en el medio ambiente, infectando otros peces, lo que atenúa la enfermedad de forma que a menudo los síntomas no llegan a ser visibles.

Ya en cautiverio, los huevos del protozoario pueden llegar a infectar el mismo pez, creando una carga de parásitos muy elevada que lleva a los diversos problemas citados. Si no se trata, la enfermedad lleva a la mortalidad de los peces.

Los principales síntomas de la enfermedad son la presencia de heces gelatinosas en el vivero, anorexia, anemia y los agujeros característicos en la cabeza.

El control y la curación de esta enfermedad no son simples. La Hexamita es extremadamente resistente a la concentración de sal y filtros UV. Además, se extiende fácilmente por el ambiente, infectando también a los demás peces, a menudo sin signos aparentes de la infección.

Algunos agricultores, sin embargo, mencionaron que el metronidazol en agua , 8 mg / L, con 5 dosis repetidas cada 48 h y TPA de 20% antes de cada nueva dosis es un tratamiento efectivo.

Además, la adición de sulfato de magnesio o sal amarga, 0,1% entremezclados en metronidazol del 1% también es mencionado como un tratamiento efectivo.

Conclusión

Ictioftiriasis, hidropesía y agujeros en la cabeza son algunas de las enfermedades que más afectan a los peces. Los perjuicios que pueden causar a la piscicultura son enormes, pudiéndose llevar a la pérdida de varios lotes de peces, perjudicando la rentabilidad del negocio.

Una de las mejores maneras de evitar la proliferación de estas enfermedades es trabajar la prevención. Para ello, es esencial mantener una buena calidad del agua donde se crean los peces.

Se debe proporcionar una alimentación de calidad que no genere restos y excesos de excrementos en el agua, eliminando uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de tales enfermedades.