Fecha: 05/08/2019

La cría de cerdos es uno de los aspectos más rentables de la ganadería. La baja inversión inicial necesaria, el alto rendimiento de carne y la capacidad de los porcinos para adaptarse a diferentes condiciones climáticas son los principales factores que hacen que este negocio garantice al productor un retorno relativamente rápido.

Las prácticas inteligentes en la porcicultura pueden garantizar que el potencial de la actividad sea alcanzado en su totalidad. Para ello, es necesario saber cómo algunos factores ambientales pueden afectar la creación de cerdos y reflejarse en su desempeño.

Uno de estos factores es la temperatura. Las variaciones de temperatura provocan los más variados efectos en el metabolismo de los animales y afectan incluso la relación de los porcinos con la alimentación.

Debido a esto, en este blog post abordaremos con mayor profundidad los impactos que estos cambios pueden acarrear en la práctica y cómo el organismo de los cerdos responde a este tipo de variación.

Cómo proteger los porcinos en climas fríos

En países con climas más amenos, temperaturas bajas que se extienden por un largo período y que pueden afectar la cría de cerdos no llegan a representar un problema de grandes dimensiones, como en países del hemisferio Norte.

Sin embargo, incluso en estas regiones, es importante tener el conocimiento de cómo actuar cuando las temperaturas bajan durante el invierno.

Una de las primeras medidas es mantener los cerdos en un ambiente cerrado.De esta forma, los mismos estarán más protegidos del clima. Sin embargo, es necesario mantener un acceso al área externa, para que los porcinos puedan moverse y depositar sus residuos.

También es importante siempre mantener un depósito de agua limpia, así como cambiar constantemente el heno y las mantas con las que los cerdos se calientan.De esta forma, se crea un ambiente cómodo y sano para los animales.

En caso de que la elección se dé por mantener los porcinos en un ambiente abierto, algunas precauciones deben ser tomadas, como la provisión de tejido tipo arpillera para la prevención de pérdida de calor, lo que podría acarrear en neumonía. También es importante mantener las mantas secas, fuera del contacto con el agua.

La relación entre altas temperaturas y alimentación

En climas muy calientes, los porcinos necesitan disipar el calor para mantener la normalidad de sus funciones. Una de las formas de lograrlo, es a través del aumento de la pérdida de calor (evaporación) y reducción de la producción de calor.

Para disminuir la producción de calor, los porcinos reducen la ingesta de alimento, pues el proceso de digestión y el metabolismo de los nutrientes contribuye a la generación de calor. Un estudio ha demostrado una disminución de un 30% en el consumo de pienso cuando un grupo de cerdos fue sometido a una temperatura de 33 °C, en comparación con un grupo se mantuvo a una temperatura de 23 °C.

La disminución en la ingesta de pienso debido al calor, por consiguiente, hace que el peso corporal de los porcinos también disminuya.

De esta forma, es interesante que, principalmente durante este período, el pienso de los porcinos sea rico en nutrientes de alta calidad y que posean una digestibilidad elevada, haciendo que los cerdos logren adquirir los nutrientes necesarios incluso sin ingerir la misma cantidad de alimento que en otras épocas.

La Proteína Hidrolizada de Pollo es una buena opción para estos casos, pues posee una rica concentración de proteína bruta, de fácil absorción, procedentes de la hidrolisis de los co-productos del abasto de pollo.De esta forma, los porcinos tendrán la garantía de un aporte suficiente de todos los aminoácidos esenciales.

Como las tasas reproductivas se ven afectadas por el calor

Además de la influencia en la alimentación, las altas temperaturas también provocan un efecto sobre la fertilidad y la fecundidad de los porcinos, que disminuyen durante los meses calurosos.

Una hipótesis que puede explicar esto es que la reducción de las tasas de reproducción en verano ocurren mediante la reducción de la secreción de la hormona GnRH y también por el impedimento del desarrollo de los folículos ováricos, que resulta en bajas concentraciones de progesterona. Un cambio en la temperatura de 20 °C a 30 ° C puede disminuir el rendimiento reproductivo de los porcinos hasta en un 10%.

La tasa de mortalidad de las cerdas también se ve afectada por el aumento de la temperatura.

Un estudio ha demostrado que, independientemente de la época del año, el 68% de las muertes de cerdas ocurren 4 semanas antes o 4 semanas después del parto.Se ha comprobado que este riesgo aumenta aún más en los meses de verano en los Estados Unidos.

Disminución de la tasa de crecimiento

Como consecuencia de una alimentación reducida, los cerdos poseen su peso corporal negativamente afectado por el estrés térmico.

Un estudio comparó el rendimiento de un grupo de cerdos mantenidos a 34 ° C con otro grupo que se mantuvo a 22 °C. Los autores observaron una reducción en la ingesta de pienso en la proporción del 40,5%, lo que se reflejó en un peso final 13,2% menor que de los porcinos mantenidos a 22 ºC. Se concluyó que el estrés térmico ha comprometido el desarrollo de los porcinos por medio de la reducción del consumo de pienso y de cambios fisiológicos.

El extremo opuesto de esta escala también representa un problema para el crecimiento de los cerdos. Cuando están expuestos a climas muy fríos, los animales consumen una cantidad excesiva de alimento para mantener la temperatura normal del cuerpo, produciendo un exceso de grasa.

Conclusión

La temperatura puede afectar la cría de los cerdos de diversas formas. Climas fríos pueden perjudicar el bienestar animal, además de llevar a un aumento en el contenido de grasa debido a una alimentación excesiva.

Por otro lado, temperaturas altas disminuyen la tasa de consumo de pienso por los porcinos, afectando su crecimiento, lo que perjudica directamente la rentabilidad del negocio. Además, este factor también posee un efecto negativo sobre la tasa de reproducción de los animales.

De esta forma, para no tener su negocio afectado, los productores necesitan encontrar formas de disminuir los daños causados por los cambios bruscos de temperaturas. Una de las formas es suministrar alimentos que contengan ingredientes de alta calidad y digestibilidad, garantizando la nutrición y el crecimiento de los animales incluso en períodos de alimentación reducida.